lunes, 1 de diciembre de 2014

introducción

MÓDULO: PLANIFICACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE REDES

BLOQUE 1.- CARACTERIZACIÓN DE REDES.-
DEFINICIONES
Red de computadoras es una colección interconectada de computadoras autónomas.
Dos computadoras se consideran interconectadas cuando son capaces de intercambiar
información y este trasvase no se realiza en un marco de dependencia Maestro-Esclavo.
Es decir, en una red de computadoras, todas ellas son autónomas y podrían trabajar por sí solas si fuese necesario.
Sistema distribuido es una red de computadores gestionados de tal manera que la red
global se le esconde al usuario, que trabaja con ella de forma transparente.

U.D. 1.- HISTORIA DE LAS COMUNICACIONES.-
DEFINICIÓN
La comunicación es el proceso mediante el cual se puede transmitir información de una
entidad a otra. Los procesos de comunicación son interacciones mediadas por signos
entre al menos dos agentes que comparten un mismo repertorio de signos y tienen unas
reglas semióticas comunes.

Tradicionalmente, la comunicación se ha definido como "el intercambio de sentimientos, opiniones, o cualquier otro tipo de información mediante habla, escritura u otro tipo de señales". Todas las formas de comunicación requieren un
emisor, un mensaje y un receptor destinado, pero el receptor no necesita estar presente ni consciente del intento comunicativo por parte del emisor para que el acto de comunicación se realice. En el proceso comunicativo, la información es incluida por el
emisor en un paquete y canalizada hacia el receptor a través del medio. Una vez recibido, el receptor decodifica el mensaje y proporciona una respuesta.
En esta primera unidad didáctica trataremos cómo han evolucionado a lo largo de la
historia las redes de datos y los sistemas de comunicaciones, analizando aquellos
descubrimientos y actuaciones que dieron lugar al avance tecnológico en este apartado de la informática y la transmisión de datos.

HISTORIA DE LAS REDES.-
El desarrollo del hombre desde el nivel físico de su evolución, pasando por su
crecimiento en las áreas sociales y científicas hasta llegar a la era moderna se ha visto
apoyado por herramientas que extendieron su funcionalidad y poder como ser viviente.
Durante la época prehistórica, el hombre se valió de la piedra, la madera y el metal
para construir extensiones de su cuerpo: Un martillo o punta de lanza de piedra o madera endurecida al fuego, para tener un alcance mayor de sus brazos y dominar a las bestias para conseguir el sustento diario, podría ser un ejemplo.
Después domesticó a los animales y construyó artefactos cada vez más complejos: Un
arco para enviar sus "brazos" (flechas) en la distancia y subyugar a animales más peligrosos.
Y así como extendió sus brazos, pronto encontró la forma de extender sus piernas para
alcanzar lugares más lejanos: fabricó navíos para cruzar ríos, lagos y mares; carretas que los llevaban a lugares distantes más rápido que sus pies y con cargas mayores y hasta refinó las artes que le permitieron tener en el hogar paisajes y monumentos de la naturaleza para darse la sensación de tenerlos a su alcance en todo momento.
Finalmente, y sintiéndose consciente de su habilidad creativa, metódicamente elaboró
procedimientos para organizar su conocimiento, sus recursos y manipular su entorno para su comodidad, impulsando las ciencias y mejorando su nivel de vida a costa de sacrificar el desarrollo natural de su ambiente, produciendo así todos los adelantos que un gran sector de la población conocemos: automóviles, aeroplanos, trasatlánticos, teléfonos, computadoras, televisiones, etc.

El cómputo electrónico:
En el transcurso de todo este desarrollo, lo que nos interesa revisar es la evolución de
un sector tecnológico: El cómputo electrónico. Este nació con las primeras computadoras en la década de los 40's con los tubos al vacío y los tableros de control enchufables. Y fue así porque la necesidad del momento era extender la rapidez del cerebro humano para realizar algunos cálculos aritméticos y procedimientos repetitivos.

Las generaciones de computadoras:
El esfuerzo en el cómputo electrónico se reflejó en crear unidades de procesamiento
cada vez más veloces conforme la tecnología en la electrónica avanzaba. Así tenemos cuatro (al menos) generaciones bien definidas: la primera con tubos al vacío, la segunda con transistores, la tercera con circuitos integrados y la cuarta también con circuitos integrados, pero más avanzados, que permitieron el uso de computadoras personales y el desarrollo de las redes de datos.

Las redes de datos:
Una vez resuelto el problema de extender el poder de cálculo del cerebro humano,
nació o se comenzó a atacar el problema de compartir los datos y la información que ese
poder de cálculo produjo, lo cual nos llevó a inventar la forma de compartir recursos
(impresoras, graficadores, archivos, etc.) a través de algún medio de transmisión usando una serie de reglas (protocolos) para acceder y manipular dichos recursos.

Los sistemas distribuidos:
Las redes de computadoras nos permitieron reunir esfuerzos aislados en esfuerzos
conjuntos que producían bienes mayores (sinergia). Sin embargo, en una red la forma de
acceder a dichos recursos va de la mano con conocer la manera de llegar a esos recursos y saber cómo manipularlos, es decir, no hay transparencia. El siguiente salto tecnológicofilosófico es extender las redes de cómputo (extensiones del poder de cómputo de cerebros humanos aislados) hacia los sistemas distribuidos (una entidad vista como un todo y conformado por múltiples cerebros ubicados en localidades alejadas unas de otras que nos ofrecen servicios y recursos sin importar su ubicación).
Y si Carl Jung está en lo correcto respecto a su teoría del consciente colectivo, parece
ser que los adelantos tecnológicos se van agrupando y homogeneizando hacia un consciente colectivo tecnológico.


Redes para las compañías:
Cuando una persona física o moral establece una empresa siempre piensa en obtener
beneficios y para esto, en muchas ocasiones, se requiere de compartir recursos (impresoras, digitalizadores, computadoras, discos duros, archivos, el conocimiento de personas, etc.) y una solución es tener una red que puede ser local, metropolitana, nacional, amplia o global, dependiendo su amplitud de la dispersión geográfica de los recursos que queremos compartir.
Esos recursos deben están disponibles en el momento adecuado y que los datos o información que produzcan sean altamente confiables, esto es, que no sufran deterioro durante su transmisión. En ocasiones, será vital que contemos con réplicas de algunos recursos para que, dado el caso de un desastre en algún punto de la red, podamos consultar o acceder a un recurso similar o de respaldo.
Las compañías también se han dado cuenta que resulta más barato tener una red de
computadoras en donde reparten sus procesos productivos que tener una sola
supercomputadora en donde concentren todo. Las ventajas de la red son: economía, capacidad de crecimiento más granular, capacidad de soportar fallas, capacidad de tener réplicas más económicas y otras.

Redes para las personas:
El desarrollo tecnológico ha permitido que las computadoras sean accesibles cada vez
a mayor número de personas en sus oficinas y en sus hogares, lo cual también implica que se puedan crear micronegocios de alta competitividad y con gastos mínimos. Este tipo de negocios ya no tienen el problema de contar con enormes capitales, ahora su problema es el saber en dónde acceder a los recursos que necesitan para proveer bienes y servicios. Por otro lado, cada vez es más común el usar diversos servicios (correo electrónico, fax, operaciones de compra-venta, reservas en hoteles y líneas aéreas, charlas interactivas persona a persona, acceso al diario en formato electrónico, WWW y videoconferencia) desde una computadora personal en el hogar.

Aspectos sociales:
Desde el momento en que un monitor en casa permite el acceso a tan variados
recursos, se corre el riesgo de ver cosas indeseables. Existen en Internet diversos bancos de información accesibles desde Foros de Información (newsgroups), Boletines de Información (Bulletin Board Systems), Páginas Web, etc.
Muchos de los bancos de datos requieren de algún tipo de permiso (proveer un nombre
de usuario y clave de acceso) para acceder a ellos. Otros permiten el acceso abierto y aquí reside el problema principal. Podemos darnos cuenta de temas que algunos sectores de la población apoyan y que van contra nuestros principios (por ejemplo, el tema del aborto, la pornografía, el racismo, etc.) y en algunos casos junto a los datos podemos ver imágenes que ofenden nuestro gusto o que pueden ser traumáticas para nuestros hijos.
Y entonces enfrentamos el problema de que este vasto terreno de información puede
estar fuera de control y accesible, tal vez, a personas no aptas o no preparadas para digerirlo.
Este problema es similar a controlar las emisiones de las cadenas televisivas donde se sopesan la libertad de expresión contra los principios éticos y morales.




El peligro de la transculturización:
En la época moderna estamos viviendo bajo el paradigma de las modas. Se nos ha
estado presionando para que tengamos en el hogar los aparatos electrónicos de moda (videos, televisores, decodificadores de cable, computadoras, teléfonos, fax, alarmas), aparatos de transporte de moda (automóvil, avión, yate, etc.), aparatos personales de moda (afeitadora eléctrica, agenda, calculadora, despertador, teléfono móvil, etc.), diversiones de moda (videojuegos, viajes a lugares exóticos, centros nocturnos, clubes, conciertos, encuentros deportivos, etc.) y así sucesivamente. La persona que cuenta con el mayor número de estos recursos y diversiones es la más destacada y digna de ser tomada en cuenta en conversaciones y homenajes, aunque no produzca ningún bien tangible para la sociedad. Todos estos acercamientos a las modas llevan el título “lavacerebros de progreso", "modernización", etc. Y cambian totalmente la calidad de vida de las personas y la población en general. Es tan fuerte la llamada a la "modernización", que las sociedades, al tener disponible el acceso a los medios electrónicos (por ejemplo Internet), rápidamente se van dando cuenta
de costumbres y adelantos tecnológicos en todo el mundo y seguramente, si tienen o llegan a tener el recurso económico van a tratar de comprar esos adelantos. ¿Qué país se resiste alprogreso y al modernismo ? ¿Hay otros caminos para vivir mejor?
¿Existe alguna otra forma de vivir que no sea el de ser dueño o empleado de alguna
empresa, ir a trabajar por la mañana, regresar por la noche, repetir eso todos los días y tal vez descansar los fines de semana? Ah! Y mantenerse a la moda.
Una pregunta es: ¿Cuál será la correlación entre el porcentaje de crecimiento al acceso
a Internet y el nivel de transculturización?















1.2.- HISTORIA DE LAS COMUNICACIONES.-

Desde que el ser humano tiene capacidad de comunicarse ha desarrollado mecanismos y sistemas  que les  permiten establecer esta  comunicación a  distancias superiores de  las alcanzadas por sus propios medios.

Al poco de aparecer los ordenadores, se sintió la necesidad de interconectarlos para que se pudiesen comunicar entre como lo hacemos los humanos.

En esta unidad nos planteamos repasar la historia de estos sistemas de comunicación, pensados para ser usados por los humanos y que, después, han ido evolucionando para interconectar ordenadores.

Fijamos el inicio de este recorrido histórico en el teléfono. El teléfono no fue el primer sistema  de  telecomunicación, pero   el  más  antiguo  de  los  que  hoy en  día  se  utilizan habitualmente. Mucho antes habían utilizado sistemas ópticos que, con la luz del sol y juegos de espejos, permitían comunicarse desde distancias considerables. Con posterioridad, a mediados del siglo XIX, se inventó el telégrafo. Estos sistemas, sin embargo, han caído en desuso (excepto usos marginales), mientras que la red telefónica se mantiene como un sistema de comunicación de primer orden.


1.2.1.- El Teléfono.-

En 1878, Alexander Graham Bell mostró su máquina eléctrica parlante y cómo podía mantener una conversación a distancia entre dos de estos aparatos unidos por un hilo eléctrico.


Recientes investigaciones han hecho salir a la luz una historia curiosa: parece claro que el inventor del teléfono fue un italiano llamado Antonio Meucci, pero no patentó su invento porque no tenía suficiente dinero para hacerlo. Bell se apropió del invento y lo patentó.




Al principio, los pocos teléfonos que exisan se utilizaban en entornos cerrados, particulares. Servían para interconectar dos espacios. A medida que el número de teléfonos instalados crecía, el intes por mantener múltiples comunicaciones también lo hacía: era preciso pensar en la manera de interconectarlos. Nacía la idea de red de comunicaciones. Una posible manera, bastante inmediata, de interconectar todos los aparatos sería lo que se puede observar en la figura siguiente:














Es  evidente  que  este  modelo  de  conexión, todos  con  todos,  es  completamente inviable: para cada aparato nuevo que se incorpora a la red, se precisa un gran mero de conexiones nuevas. Para hacernos una idea, una red todos con todos” de cincuenta teléfonos necesita 1.225 neas de conexión y, en cada teléfono, un dispositivo que permita cuarenta y nueve conexiones.

Para solucionar este problema, aparecieron compañías que ofrecían un servicio de conmutación: hacían llegar un cable hasta cada teléfono  y conectaban los cables de los teléfonos que deseaban establecer una comunicación. De este modo, cada aparato disponía de una  sola  conexión  y  no  era  necesario  establecer  ninguna  variación  en  la  misma  para incorporar nuevos aparatos a la red.




De aquí provienen términos hoy tan comunes como abonado (el usuario que se abona a una central), bucle de abonado (el cable que une al abonado con la central) o central de conmutación.

La tarea de conmutar las conexiones, al principio, se hacía a mano. Cuando alguien quería realizar una llamada, descolgaba y pedía a la operadora que le conectara con quien deseaba hablar. Una vez finalizada la comunicación, la operadora desconectaba los cables y, así, las neas quedaban preparadas para recibir otras llamadas.

Las operadoras humanas fueron sustituidas progresivamente por ingenios electromenicos: las centralitas. Se incorporó a los teléfonos un disco con meros para marcar el mero del destinatario de la llamada. La centralita descodificaba este mero para saber entre qué dos cables era preciso establecer la comunicación. Este servicio de conmutación empezó en el ámbito local: un barrio, un pueblo, una ciudad. El paso siguiente consistió en ofrecer conexiones a larga distancia, conectando centrales locales entre sí directamente, o por medio de centrales de tráfico.





Entre las dos centrales locales se establece un enlace con diferentes cables independientes, de manera que los abonados de una de éstas pueden, además de conectarse entre ellos, conectar con los abonados de la otra: se elige un cable de los que forman el enlace, se conecta con el abonado local y se pide a la otra central que conecte el enlace con el abonado destino, si no está ocupado con otra llamada.

La conexión entre las dos centrales comporta un primer escollo importante: es preciso decidir con cuántas neas diferentes se llevará a cabo.

Supongamos  que  la  central  A  de  la  figura  anterior  proporciona  servicio  a  cien abonados y la B, a doscientos cincuenta. Parece que, si se pretende dar el mejor servicio posible, se necesitan cien neas para que todos los abonados de la central A puedan hablar de manera simultánea con otros tantos de la central B.

No obstante, la probabilidad de que todos los abonados de una central realicen una llamada al mismo momento es muy baja, puesto que las llamadas telefónicas son, en general, cortas y esporádicas. Por tanto, es completamente innecesario que la conexión entre las dos centrales contemple todas las llamadas posibles: esta situación no se dará nunca y tiene un coste exagerado.


Unos modelos matemáticos bastante complejos permiten calcular el mero concreto de enlaces que se precisan a partir de la estadística de las llamadas que sirven las centrales (la frecuencia de aparición y su duración).


A.K. Erlang, ingeniero danés de principios del siglo XX, estableció los modelos matemáticos que se utilizan para medir el tráfico telefónico.





Supongamos que en el ejemplo anterior estos modelos nos dan veinticinco enlaces. Si en un momento dado hay veinticinco llamadas en curso entre A y B y llega otra llamada, no tendrá ningún camino disponible y, por consiguiente, no se podrá establecer. Esta situación se denomina bloqueo: el abonado a quien se quiere llamar no está ocupado; sin embargo, no se puede encontrar un camino libre por la red para establecer la comunicación.

De  esta  situación  se  desprenden dos  ideas  fundamentales en  relación  con  la  red telefónica:

     L conmutación   de   circuitos   requier pasa por   tre fase par cada comunicación:
o Establecimiento de llamada. Cuando se solicita iniciar una conversación, es preciso averiguar si el destinatario está disponible y, en caso afirmativo, debe buscarse un camino libre en la red, que incluye conmutadores dentro de las centrales y enlaces entre las mismas.
o Comunicación.  Una  vez  establecido  el  circuito,  los  interlocutores  se intercambian información.
o Liberación de recursos. Acabada la comunicación, se liberan los recursos utilizados (enlaces entre centrales y conmutadores dentro de las centrales).
     El hecho de que los recursos estén ocupados en exclusiva mientras dura la comunicación hace que las compañías que ofrecen el servicio cobren según la duración de la llamada: se penaliza el uso extensivo de los recursos. De este modo, el usuario se apresura en acabar la comunicación y dejar los enlaces libres, disminuyendo a la probabilidad de bloqueo.



Pronto, el sistema telefónico pa a ser una cuestión nacional. Los estados desarrollaban sus redes según sus criterios y gustos. Se creó un organismo, el CCITT (Comité Consultivo Internacional de Telegrafía y Telefonía, Comité Consultatif International Télégraphique et Téléphonique), para armonizar los sistemas nacionales y permitir las comunicaciones entre países mediante centrales de tráfico internacionales.


El CCITT es un organismo internacional patrocinado por las operadoras de telefonía, dedicado a tareas de normalización en el ámbito de las telecomunicaciones. El 1 de marzo de 1993 pa a llamarse ITU-T (International Telecommunication Union Standardisation Sector).




Hemos comentado que entre las centrales existe una serie de neas que permiten la conexión entre abonados de diferentes centrales. Al principio era realmente así: si se decidía que entre dos centrales era preciso disponer de cincuenta enlaces, se ponían cincuenta cables entre ellas. Sin embargo, con el progresivo aumento de enlaces necesarios, este sistema pronto fue totalmente inviable y fue preciso recurrir a una técnica ya conocida en radiodifusión: la multiplexación.


Multiplexar significa hacer pasar diferentes comunicaciones independientes por el mismo medio de transmisión.




La técnica de multiplexación que se aplicó a la telefonía fue la multiplexación en frecuencia: se modulan los diferentes canales de entrada a distintas frecuencias portadoras, de manera que puedan viajar por el mismo medio sin interferirse. Se aplican filtros a la recepción que permiten separar los distintos canales multiplexados.

El mero de canales diferentes que pueden viajar por un medio multiplexado depende del ancho de banda de la señal y de la capacidad del medio.

Por lo que respecta a la capacidad del medio, no posee la misma un par de hilos que un cable coaxial o que una fibra óptica.

En cuanto al ancho de banda, en el caso de la voz, debería ser de 19.980 Hz (que es un ancho de banda considerable) puesto que el oído humano es capaz de distinguir frecuencias entre los 20 Hz y los 20.000 Hz. No obstante, a raíz de estudios que se llevaron a cabo sobre las características de la voz humana, se llegó a la conclusión de que con mucho menos bastaba, puesto que la inteligibilidad de la voz se concentra en una banda bastante estrecha, entre los 300 Hz y los 3.400 Hz.




A partir de esta conclusión, se tomó una decisión que, a la larga, ha condicionado mucho el uso de la red telefónica: hacer el canal de voz de 4 kHz (entre 300 Hz y 3.400 Hz, más unas bandas laterales de guardia).



Haber reducido el canal de voz a 4 kHz explica por qué se escucha tan mal la música por el teléfono: no hay graves ni agudos, lo hay las frecuencias del medio.




A partir de aquí, se estandarizaron los diferentes niveles de multiplexación. El nivel básico es la agrupación de distintos canales de 4 kHz, el siguiente es una agrupación de multiplexados básicos, etc.

A la entrada de la central local se encuentra un filtro que elimina cualquier frecuencia por encima de los 4 kHz. La señal de salida de este último es la que se multiplexa, conmuta y lleva hasta el destinatario.





1.2.2.- Aparecen los primeros Ordenadores.-

La década de los sesenta vio la aparición de los primeros ordenadores comerciales. Eran grandes, caros y poco potentes. Sólo organismos oficiales, grandes empresas o universidades podían comprarlo, y lo que es más normal es que lo compraran uno (o algunos, pero no uno para cada usuario, como hoy día estamos acostumbrados a ver).

Por ello, estos ordenadores llevaban sistemas operativos multitarea y multiusuario, para que diferentes usuarios, realizando distintos trabajos, pudieran utilizarlos simultáneamente. El acceso a dichos ordenadores se llevaba a cabo por medio de terminales sin ninguna capacidad de proceso, pasivos.



A los terminales pasivos, que coloquialmente se llaman terminales tontos, en inglés se les conoce como dump terminal (“terminal mudo”).








Los módems:

No tar mucho en aparecer la necesidad de poder alejar los terminales de la unidad central para conectarse, por ejemplo, desde casa o desde una delegación al ordenador central.



Módees  un  acrónimo  de  modulator-demodulator, que  se  refiere  a  su función: modular (generar señales audibles según los valores de los bits) y demodula(generar  bits  a  partir  de  las  señales  que  recibe  de  la  red telefónica).




Para  poder  realizar  este  acceso  remoto,  la  primera  solución  que  aportaron  los ingenieros informáticos de la época fue utilizar la red telefónica que, por su ubicuidad, les ahorraba generar infraestructuras nuevas. Sólo se precisaba un aparato que adaptara los bits a la red (recordad que la red telefónica lo deja pasar sonidos entre unos márgenes de frecuencia). Estos aparatos son los módems.







Los primeros módems eran de
300 bps y generaban dos tonos diferentes: uno para el 1 lógico y otro para  el  0.  En  la  actualidad,  van  a
56.000 bps, que es el máximo que permite la red telefónica convencional actual.

Los  módems  no  lo  servían para poder alejar los terminales pasivos de los ordenadores centrales, también permitían interconectar ordenadores entre sí.




¡Esto ya es una red de computadores!

La tecnología de conmutación de circuitos se desarrolló en un origen para las comunicaciones telefónicas y una de sus características fundamentales era la ocupación en exclusiva de los recursos mientras duraba la conexión, lo que (como ya hemos visto) justificaba la tarifación por tiempo. Sin embargo, las comunicaciones informáticas no son cortas, intensas y esporádicas como las de voz. Al conectar un terminal a un ordenador central por medio de dos módems, no están pasando datos todo el tiempo que dura la conexión: puede haber largos periodos de tiempo en los que no pase ningún bit y momentos en los que haya un intercambio de datos intenso, aunque a una velocidad de transmisión mucho más baja que la que se puede mantener entre el terminal y el ordenador conectados directamente. Las facturas telefónicas empezaron a ser astronómicas, y desproporcionadas, respecto del uso real de la red.

Las redes de datos:

Pronto las grandes empresas presionaron a las compañías telefónicas del momento para que desarrollaran redes pensadas para transportar datos, cuyo sistema de tarifación se ajustara al tráfico de datos real y permitiera más velocidad que los escasos 300 o 1.200 bps que se lograban utilizando la red telefónica. La respuesta fueron las redes de conmutación de paquetes.




El envío de datos no necesariamente debe llevarse a cabo en tiempo  real  (las  transmisiones  de  voz, sí). Por tanto, no es preciso establecer el camino entre los dos puntos antes de empezar la transmisión y mantenerlo mientras dura eintercambio de datos. En lugar de ello, se empaquetan los bits que deben transmitirse y se dan a la central más próxima para que los envíe cuando pueda a la siguiente, y así sucesivamente hasta que lleguen al destino.  Si  cuando  un  paquete  llega  a una central todos los enlaces con la siguiente están ocupados, no pasa nada, lo hace esperar poniéndolo en una cola para enviarlo cuando haya un enlace disponible.

Existe otro peligro: los paquetes pueden perderse. Conviene tener presente que las colas son limitadas y, si llega un paquete cuando una ya está llena, no se podrá guardar y se perderá. Es preciso prever mecanismos que eviten dichas pérdidas y regulen el flujo de información entre los nodos de conmutación.

Las compañías telefónicas desarrollaron redes de este tipo, y el CCITT emitió un estándar, el X.25, que es el que se ha adoptado hasta hace muy poco.



Las redes de área local:

Cuando empezó a ser habitual disponer de más de un ordenador en la misma instalación, apareció la necesidad de interconectarlos para poder compartir los diferentes recursos: dispositivos caros, tales como impresoras de calidad, un disco duro que almacenara los datos de la empresa, un equipo de cinta para realizar copias de seguridad, etc.



Con frecuencia se utilizan las siglas inglesas LAN (Local Area Network) para identificar las redes de área local, y las siglas WAN (Wide Area Network) para identificar las redes de gran alcance.



El diseño de las redes de área local siguió caminos completamente diferentes de los que se siguieron para las redes de gran alcance. En las redes de área local se necesita, habitualmente, establecer comunicaciones muchos a uno” yuno a muchos, lo que es difícil de conseguir con las redes de conmutación, pensadas para interconectar dos estaciones. Para este tipo de redes es más adecuada la difusión con medio compartido, en la que los paquetes que salen  de  una  estación llegan  a  todo  el  resto simultáneamente. En  la  recepción, las estaciones los aceptan o ignoran dependiendo de si son destinatarias de los mismos o no.





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